Hoy hace un año que Dobby vino a casa

 ¡Cómo ha pasado este año y cuánto hemos aprendido los dos!
Un año de convivencia, de alegrías, de experiencias y de aprendizaje continuo, uno de otro. En este tiempo han cambiado mucho las cosas. Santiago vino en enero, Jara a llegado ahora, pero Dobby siempre, siempre ha estado ahí dándome cariño y ayudándome con sus hermanitos. Enseñándoles a convivir en casa a caminar por la calle y siendo y comportándose cómo lo que es… el hermano mayor. Cumplió sus 3 años conmigo y en septiembre celebraremos su 4° aniversario. En todo momento me ha dado todo su cariño y siempre es el que está a mí lado cuando nota que estoy triste o cuando necesito cariño. Es mi confidente, mi aliado, mi complice. Los quiero a todos muchísimo pero por mi Dobby siento algo especial. No le molesta que Santiago o Jara se acerquen a mí buscando cariño, no le molesta que los acaricie a los demás y a el no, es siempre el primero que viene a la habitación a darme los buenos días y se queda tumbado en la alfombra al lado de mi cama esperando que me levante. Es algo especial y se que muchos no lo entenderán pero como se dice: sólo le falta hablar, aunque de alguna forma lo hace con su mirada, esa mirada tan intensa que tiene.
Un año que pasó tan rápido que espero que se multiplique por muchos, muchísimos más. Felicidades, te quiero mi Dobby.

Nuestra primera foto