¡Hoy cumple 4 años mi Dobby!

Muchas, muchísimas felicidades querido Dobby.
Hace poco mas de un año que estamos juntos, tenia dos añitos cuando llegó a casa (26/08/2020), pocos días después cumplió sus tres años conmigo (11/09/2020) y ya ha pasado mas de un año!!!

Un año de felicidad, de buenos y malos momentos, de aprender uno de otro y de convivir en armonía. Procurándole todo lo mejor y la paz y amor que tanto necesitábamos. Fueron unos comienzos sencillos, pues Dobby es un amor y en casa se comportó perfectamente, adaptándose a mi vida y a la casa de una forma excepcional. Solo el primer mes fue tedioso el tener que darle la medicación que entonces necesitó, un pinchazo cada día para regular su disparada Leishmaniosis, que se regularizo al mes del tratamiento. Magníficos fueron los resultados de ese esfuerzo que tuvo que hacer para resistir tanto pinchazo. Me facilitó en todo momento el aplicarle las inyecciones, no se quejó y pasamos ese tiempo lo buenamente que pudimos. Pasado ese tiempo su salud mejoró al 100% y las analíticas posteriores fueron muy positivas, una alegría enorme para los dos, recuperó su peso, su brillo en el pelo y su vitalidad. Un logro que conseguimos gracias a los buenos veterinarios que nos apoyan y a la voluntad de vivir una una calidad de vida lo mas buena y feliz que los dos buscábamos. En todo este tiempo hemos aprendido uno de otro, yo mas de él que él de mi, tanto fue así que me preparó para asumir la llegada de Santiago (4/1/2021) y de Jara (24/08/2021). Me enseñó a entenderlo, comprender sus necesidades y sus prioridades. Como reaccionar a los estados emocionales que tienen y como adaptarlos a la casa, la manada, los amigos y mejorar día a día su bienestar.

Aunque hay momentos que me desesperan, siempre, sobre todo Dobby, se acerca a mí y me da todo su cariño. Es verdad que los quiero muchísimo a los tres, pero la relación con Dobby, siempre será algo especial, pues nuestra complicidad, el haber vivido solos tanta experiencias y su forma de demostrarme su cariño, es especial. No es nada celoso, no se molesta por que acaricie mas a los demás que a él y espera siempre su turno para todo, para las caricias, para los chuches, etc., no tiene la impaciencia y la ansiedad de Santiago ni el nerviosismo de Jara, es tranquilo, paciente y realiza una labor de colaboración conmigo, dentro de la manada que no siempre le recompenso. Pero a él le da igual, ha sabido desempeñar su rol en la familia y lo hace de una forma magistral.

Hoy estoy orgulloso de Dobby, agradecido de su cariño, de su compañía y de su incondicional complicidad conmigo, aunque al salir de casa siga siendo «Dobbynator», eso lo lleva en sus genes de Podenco, y no se puede hacer nada, es así y así lo quiero cada día más.

¡Felicidades Dobby, por muchos años, muchísimos…!

Te quiero