Perros sueltos NO
Ya va para un año que paseo a Dobby y Santiago tres veces al día. Nos hemos encontrado con muchos perros y propietarios en este tiempo, y la verdad es que al igual que creas una relación y comunicación con ellos, conoces diferentes tipos de comportamiento y caracteres de cada uno de los perros que vas cruzándote día a día. Llegas a empatizar con muchos de ellos, te reconocen, socializan con tus perros y te demuestran cariño normalmente.
Asimismo, también hay una cruz en esta moneda, pues te cruzas con muchos perros maleducados por sus dueños a los que has de evitar para no tener problemas ni con los canes ni con tanto irresponsable que pasea a su perro como Pedro por su casa: suelto, sin control, sin preocuparse de donde está ni de que hace, etc.
Me podría amparar en la ORDENANZA MUNICIPAL REGULADORA DE LA TENENCIA,
EL BIENESTAR Y LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES DE SABADELL de Marzo de 2011, que en su
Artículo 15. Presencia de animales en la vía y en los espacios públicos, especifica muy claramente:
1. En las vías o espacios públicos los animales de compañía tendrán que ir ligados mediante un collar o arnés y una correa o cadena y tendrán que llevar también una placa de identificación que permita la localización del titular.
Artículo 17. Las zonas de recreo para perros (Pipí-can)
1. Estará permitido dejar los animales sin ligar en espacios de uso exclusivo habilitados y cercados destinados a tal fin, a excepción de los perros de raza potencialmente peligrosa que tienen que ir siempre ligados. Será bajo la exclusiva responsabilidad de la persona propietaria o poseedora que tiene la obligación de cumplir las normas establecidas para estos espacios y de vigilar especialmente el animal para evitar su fuga o pérdida, y la provocación de molestias a las personas y a los otros animales que comparten el espacio.
Por lo que creo que queda clarísimo donde podemos dejar sueltos a nuestros perros y donde estamos obligados a llevarlos ligados, pero os aseguro que la mayoría del personal se pasa estas normativas por el «arco de triunfo», e incluso te provocan, cuando les recuerdas estas normas, diciéndote que le denuncies o que eres un frustrado porque no te fías de dejar tus perros sueltos. Nada que nos sorprenda a los ciudadanos de a pie que, sí que intentamos cumplir las normas, estas actitudes de muchos otros ciudadanos que, aun siendo incívicos creen sentirse superiores o tener la razón, su razón, claro. El hecho es que yo salgo con mis perros a pasear por que es una necesidad que ambos tenemos y no estoy por la labor de andar recordándole a nadie las normas, que están nada más que para proteger y procurar una convivencia cívica y respetable para con los demás ciudadanos y animales, como no podría ser de otra forma.
Pero no por eso no deja de molestarte que se den estas actitudes y comportamientos. Es una lástima que haya que apelar siempre, en la mayoría de los casos, a reivindicar y solicitar de las autoridades municipales competentes que tomen cartas en el asunto y que hagan campaña de concienciación sobre este particular, así como de la limpieza de deposiciones y micciones de nuestros animales, que ese es otro asunto de incivismo tan importante como el que estoy exponiendo. Creo que es tan sencillo convivir humanos y animales, que hasta me sabe mal tener que hablar de estos asuntos. Es algo que una sociedad moderna y democrática como la nuestra, debería haber superado hace ya muchos lustros, pero por lo que podemos comprobar, no solo en esto sino en tantos y tantos asuntos de convivencia ciudadana, nuestra sociedad está a años luz de ser cívica, respetuosa y democrática, una lástima y una irremediable realidad, lamentablemente.
Con respecto a mis perros, yo intento y procuro, no cumplir las normas por rigurosidad estamental, sino por simple civismo. Los paseo ligados, e impido que rivalicen con otros perros, llevan su placa identificativa y sus carnets, siempre al salir de casa, llevo en una bolsa para tal uso, bolsas para excrementos y líquido limpiador para las micciones, algo que es relativamente barato hoy por hoy. Asimismo, traslado en coche cada día a mis perros a un Pipí-can que considero apropiado, donde los suelto y conviven con otros perros durante al menos dos horas diarias. Allí se sienten felices y socializan con otros perros a los cuales sus propietarios, como yo, les procuran esa pequeña libertad de correr y ver disfrutar un buen rato a sus perros, y disfrutar con ellos.
No sé si he llegado a convencer a nadie con lo expuesto en este escrito, pero desde hace ya casi un año, llevo viendo y viviendo momentos desagradables por culpa de ese incivismo consentido de algunos y no creo que haya que tener que callar ante estas situaciones tan discriminatorias hacia los ciudadanos que intentamos convivir de una forma civilizada, respetable y pacífica.
